viernes, 13 de diciembre de 2013

Integridad


Su conciencia no podría soportarlo. Maldita sea. Le habría gustado no tener tantos valores, no querer mantener su integridad a toda costa. Ser uno más de aquellos tiburones financieros sin escrúpulos. Vender aquellos productos a los ancianos del barrio, había sido inmoral, sufrió mucho al hacerlo. 

Ahora tenía algo igual de inmoral y tramposo, pero legal. Era un nuevo timo bancario para los usuarios, ligado a unos objetivos que él debía conseguir por cualquier medio. Decidió advertirles, informar bien. Si hacía falta engrosaría las filas del paro, pero se miraría en el espejo sin sentir vergüenza.

F.B.B.