jueves, 30 de agosto de 2012
jueves, 23 de agosto de 2012
Informática
Espere, espere, guardando su
configuración, reiniciando...
tiempo perdido mientras el ordenador
trabaja.
Frustración, desasosiego,
impotencia.
Todo el conocimiento actual en
soporte inmaterial.
Abandono del papel, abandono de lo
físico por un soporte pensado para el ahora.
¿Dónde estará nuestro conocimiento
dentro de 10, 100, 1000 años?
¿Cuánto se perderá?
¿Cuál será nuestro legado?
Fernando Bolea Barluenga
El encuentro
Noche
estrellada de verano. El fuego está listo. Todo preparado. Alrededor de la
hoguera, ternasco a la brasa y buen vino, amigos y familia. La costillada en
Aragón, rito ancestral, gregario, invariable en el tiempo. Vuelta a los
orígenes, conexión con nuestros antepasados.
Fernando Bolea Barluenga
Secuestrados
Las armas
preparadas. Tensa espera. Pronto vendrán por el valle. El baluarte resistirá una vez
más. Deseo que pronto acabe el sitio.
Fernando Bolea Barluenga
El deber
El fuego
estaba por todas partes. La salida era imposible. Tenía que hacerlo, la niña
debía vivir.
Fernando Bolea Barluenga
Novata
Aquel gato
negro era el testigo. Su primer conjuro había sido un éxito. Nadie dudaría más
de su valía…
Fernando Bolea Barluenga
Perseguida
Estaba segura
de que nadie la había visto. Debía ocultarse rápidamente. La sinrazón seguía de
cerca sus pasos. Su delito, el pensamiento propio y racional.
Fernando Bolea Barluenga
Amenaza
Crack! Crack! El huevo
de dragón se resquebrajó. La suerte estaba echada…
Fernando Bolea Barluenga
Microrrelatos: La Playa
La Playa
Cuando llegó a la playa se quedó parado. Anualmente, necesitaba ver el mar para relajarse. Al ver la plataforma petrolífera en el horizonte supo que este año iba a ser imposible...
Cuando llegó a la playa se quedó parado. Anualmente, necesitaba ver el mar para relajarse. Al ver la plataforma petrolífera en el horizonte supo que este año iba a ser imposible...
Fernando Bolea Barluenga
jueves, 16 de agosto de 2012
Algo de arte…
Unas letras para comentar las
exposiciones de arte que más me han impactado este verano. Últimamente, con la
crisis existente, visito estos espacios más a menudo, son de los pocos espacios
donde queda algo de tranquilidad, es una actividad que puede hacerse de manera
económica, y me permiten desarrollar la imaginación aprendiendo nuevos puntos
de vista y perspectivas sobre las cosas. Aunque las exposiciones son muy
distintas entre sí, y confieso no ser un gran conocedor del mundo del arte en
general, quiero recomendarlas por las sensaciones que me produjeron al
recorrerlas.
David Hockney
Una de las sensaciones más agradables
de las vacaciones en Euskadi fue la visita al Museo Guggenheim. Aunque todo el museo es muy recomendable, si
te gusta el arte más contemporáneo, en esta ocasión la exposición central era
sobre David Hockney. Este pintor británico de paisajes, sobretodo de Yorkshire,
sorprende por la facilidad de sus trazados, y por los puntos de vista
originales sobre los que enfoca cada paisaje. Además, es muy interesante comprobar
su evolución artística, desde el óleo al vídeo, pasando por la utilización del
Ipad, todas con un mismo criterio y genialidad artística.
Los Grabados de
Goya
El Museo de Bellas Artes de Bilbao tiene en propiedad al
colección de grabados de Goya, forman parte de los fondos del museo y la
exponen con regularidad. Nuestra visita coincidió con uno de estos periodos,
por lo que pudimos ver la colección casi completa. El mejor día de visita es el
miércoles, pues es gratis. Aunque la entrada a Guggenheim y Bellas Artes se
suele vender combinada incrementandose el precio un poco.
Como aragonés, observar los grabados produce sentimientos
muy fuertes. El primero de orgullo y admiración por nuestro genial paisano,
pues en cada escena observada en estos grabados se ve un tema para reflexionar.
Los cuatro temas -La Tauromaquia, Caprichos, Desastres de la Guerra y
Disparates- impresionan fuertemente. Parece increíble que en esa época Goya
pintara lo que quería, haciendo caso omiso de la cultura de la época. La
admiración sobre los grabados aumenta al conocer la técnica necesaria para
hacerlos, muy laboriosa y de dificultad, que se explica en un video de la
exposición.
Por último, al salir del museo como aragonés te inunda una
sensación de impotencia y de rabia contenida, al no disponer de este patrimonio
en nuestra tierra. Tanto dinero gastado por las instituciones aragonesas y
nadie invierte bien en nuestra cultura. ¿Por qué Zaragoza con un legado
cultural muy importante no tiene ningún museo de referencia? ¿No merecía la pena
hacer un esfuerzo en estos grabados, cuya exposición justifica la existencia de
un museo?
Puede admitirse que estuvieran en Madrid, Goya fue un
pintor nacional, pero no puede admitirse que no se luche por lo nuestro. En
Euskadi no hubieran dejado que el legado de su pintor más importante estuviera
fuera de su territorio. Supongo que debían tener un alto valor, al que no pudo
llegarse en Aragón. Lo dicho, impotencia.
Antonio de Felipe
Algo muy recomendable
en Zaragoza es el Centro de Historias. Un museo algo desconocido para el
público general, pero que cuenta con exposiciones interesantes. De entre las
que recoge actualmente, tenemos la de Antonio de Felipe, que es un pintor
valenciano vanguardista, que proviene del mundo de la publicidad, y se nota
mucho. Es el autor de las famosas vacas que se han expuesto den diferentes
ciudades europeas.
Su obra gusta bastante, pues se basa en personajes u obras
conocidas, dándoles un toque humorístico. Aquí hay dos exposiciones, una
dedicada al mundo del cine y otra al del deporte. Está inmerso en la cultura pop,
de la que toma todas sus referencias, con su musa Audrey Hepburn. Las obras
están muy bien hechas, a veces crees que es infografía o cartel, y casi todas
transmiten algo. Se ve rápidamente y de forma agradable. Es gratuita. Para un
domingo cultural light.
Fernando Bolea Barluenga
martes, 14 de agosto de 2012
Saturación deportiva
Terminados los juegos, acabo con la sensación de saturación deportiva, con un hartazgo increíble de deporte. El verano es una época que nos permite relajarnos y desconectar. Este año, ha sido imposible debido al estrés que nos ha generado el seguimiento –que no la práctica- del deporte. No ha habido otros temas de interés verdadero en nuestro verano, y para más inri, se ha hablado de las competiciones de una forma poco deportiva, donde sólo valía ganar.
En mayo, el final de la Liga de fútbol fue vergonzoso. Los equipos que se jugaban el descenso, lo vivieron con un dramatismo inusitado. Para algunos de ellos, primera división es supervivencia y segunda es desaparición, como el Zaragoza. Por ello, se dieron algunas declaraciones en los medios que fomentaban el odio entre ciudades españolas, como lo que ocurrió con las sospechas de amaño de partidos, la rivalidad madridista y culé, tertulianos en programas deportivos entre broncas, comentarios en webs y periódicos con cargas racistas, de desprecio, intolerantes, etc. Verdaderamente lamentable.
Todo ello, llevó a un final de liga entre broncas, con disturbios y violencia en algunas ciudades. Estos niveles de violencia no se han dado en ninguna de las manifestaciones realizadas por temas mucho más importantes. ¿Qué tiene el fútbol para que pase eso? ¿Nadie se da cuenta que no merece la pena? ¿Cuando entenderemos que de lo que hagan 22 jugadores no depende el éxito de una sociedad?
Después, entre junio y julio, los que nos fuimos pronto de vacaciones, tuvimos que aguantar el estrés del europeo de fútbol. La victoria de nuestra selección se daba ya por descontada, y cuando se iban torciendo algunas cosas, se exageró la nota a unos límites exagerados. En el deporte, y más en el fútbol donde hay gran cantidad de errores o imprevistos que cambian el resultado por azar, no siempre ganan los favoritos ni los mejores. Por eso, el mensaje subliminal que transmitían los medios de comunicación sobre los resultados de la selección, era un mensaje dañino y estresante para la sociedad. También el éxito de la selección fue exagerado, pareciendo que por ganar al fútbol –o fúrbol como dicen algunos- somos mejores que los ciudadanos de otros países.
Los que se han ido en agosto han tenido tres semanas de Juegos Olímpicos, durante los que el espectador ha redescubierto otros deportes, que se han visto de otra forma, más relajada, a pesar de estar cargados de competitividad y de esfuerzo por parte de los deportistas. Estos deportes no tienen la trascendencia que tiene el fútbol para la sociedad. Se ha visto como un extra, donde España participaba en varias modalidades. Ni siquiera el fracaso del fútbol olímpico ha tenido gran repercusión, pues fue pronto y aún estábamos con la resaca del europeo.
Por otra parte, algunos éxitos de nuestra expedición se han destacado con un exceso de orgullo patriotero, como el de baloncesto o la natación, sin pararnos a analizar, que en realidad hemos sido un país mediocre en número de medallas y en la calidad de éstas. No se puede tener éxito en deportes en los que no se invierte ni tienen seguimiento de los espectadores. Deberíamos reflexionar sobre eso.
Para los que se van a partir de la semana que viene tienen ya el comienzo de nuestra liga de fútbol, y por supuesto, la Supercopa, que este año disputarán Madrid y Barcelona. Aunque serán sólo dos partidos, a los medios de comunicación les servirá para bombardearnos con información deportiva durante semanas. Después comenzará la Vuelta, la liga de básquet, los mundiales de motos y coches, y el resto de ligas… Vendrá la crisis de septiembre sin practicar deporte sano, con exceso de información deportiva… y sin habernos relajado.
Fernando Bolea Barluenga
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